- El plan constaría de dos fases, una primera de medidas urgentes con sustitución de cocinas, calentadores de agua y estufas y calefacciones eléctricas por electrodomésticos de gas y dotación para alumbrado y otras necesidades básicas de una batería de acumulación.
- Una segunda fase con un plan de reducción de la demanda energética en los edificios, que contemple el aislamiento de los mismos y la dotación de sistemas de calefacción y agua caliente comunitarios mediante producción termosolar u otras fuentes no dependientes de la red, como puede ser la biomasa.
Creemos que esta propuesta puede paliar los efectos de los cortes de luz que todavía se producen en el distrito norte de la ciudad mientras se afrontan los graves problemas de fondo causantes de los cortes de luz. Marta Gutiérrez así lo ha explicado, “creemos que esta problemática especialmente en este periodo de frío intenso necesita de medidas urgentes e inmediatas para atender la vida cotidiana y también a medio plazo para reducir la dependencia eléctrica para las necesidades básicas”.
Marta Gutiérrez ha recordado que en 2016 hubo más de 700 de peticiones de intervención, el 14%, de las que recibió el Defensor del Ciudadano, tenían relación con los cortes de luz – “creemos que este año no serán menos”- . Manuel Martín, Defensor del Ciudadano, lo puso el año pasado en conocimiento de Fiscalía y se han anunciado planes de choque, desenganches indiscriminados, seguidos de denuncias a cientos de familias por fraude que aún están en los juzgados, un plan de regularización de acometidas, una petición del Ayuntamiento de soterrar el cableado aéreo pero siguen realizándose cortes de luz en distrito norte, cortes de luz que no son debidos a impago o enganches, son cortes generalizados que afectan a manzanas y calles enteras. “Llevamos años de discusiones entre administraciones y ENDESA acerca del origen del problema – si se ha invertido lo suficiente en los transformadores y en las redes o si lo que ha sucedido es que es imposible atender a una demanda superior a la que se puede prever para usos urbanos cotidianos – viviendas, comercios y equipamientos-”.
Lo cierto es que los cortes de luz continúan y que los cortes de distribución no parece que vayan a resolver el problema a corto plazo, “que los cortes afectan por igual a quien tiene contrato, a quien no lo tiene, a quien paga la factura, y a quien no puede pagarla; pero todos tienen algo en común: necesitan energía para cubrir necesidades básicas, vitales: cocinar, ducharse, calentar la casa en este tiempo de frío, alumbrarse. Y afectan también a equipamientos básicos como colegios y centros de salud”. Esta semana los vecinos y vecinas de distrito norte han anunciado emprender un calendario de movilizaciones para llamar la atención sobre un problema que afecta a un distrito en el que viven más de 30.000 personas. Mientras que el subdelegado de Gobierno anuncia que El Plan Zona Norte cierra 2017 “sin ninguna queja” de vecinos por cortes de luz derivados de enganches.
Mientras las soluciones de medio plazo van llegando, y se va aclarando esta esquizofrenia, proponemos un plan para reducir la dependencia de viviendas, centros educativos y centros de salud del suministro eléctrico y de la red.
Un plan de autonomía energética básica de dos fases:
- una primera fase de medidas urgentes para cubrir la necesidad inmediata con sustitución de cocinas, calentadores de agua y estufas y calefacciones eléctricas por electrodomésticos de gas y una vez reducida la necesidad de suministro eléctrico con esta sustitución, dotar las viviendas de una batería de acumulación para alumbrado y otras necesidades básicas (aparatos médicos como los de suministro de oxígeno), que pueda cargarse en las escasas horas en que se restablece el suministro.
- Para la segunda fase, se propone un plan de reducción de la demanda energética en los edificios, que contemple el aislamiento de los mismos y la dotación de sistemas de calefacción y agua caliente comunitarios mediante producción termosolar u otras fuentes no dependientes de la red, como puede ser la biomasa.
Señalamos la necesidad de participación de las organizaciones y colectivos que trabajan en el distrito, y de las tres administraciones, que deberían afrontar junto con la compañía eléctrica la financiación del plan y específicamente, para la segunda fase, que supone la rehabilitación energética de los edificios, propone que el Ayuntamiento acuda a la financiación europea gestionada por la Agencia Andaluza de la Energía, y concretamente al Programa de incentivos para el Desarrollo Energético Sostenible de Andalucía 2020 dentro del Plan Integral de Fomento para la Construcción y Rehabilitación Sostenible de Andalucía HORIZONTE 2020 integrado en el Eje prioritario 4 del Programa Operativo FEDER de Andalucía 2014 – 2020 que consiste en favorecer el paso a una economía baja en carbono en todos los sectores.
Este Eje está dotado con 356,65 M€ (12,26% del total de ayuda del Programa Operativo FEDER 2014-2020), de los cuales la Agencia Andaluza de la Energía gestiona 255 millones de euros y los incentivos para edificios de entidades locales y viviendas sociales alcanzan – dependiendo de las actuaciones – el 80 y el 85% de la inversión a realizar.
Denunciamos el contexto del beneficio multimillonario anual de las grandes empresas eléctricas, y del constante aumento del precio de la luz por la inacción del gobierno que “solo legisla para favorecer a los lobbies y logra que tengamos uno de los precios del suministro eléctrico más elevados en comparación con los países de nuestro entorno”.
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