Granada es tierra músicos, de escritores y de artistas. Granada es una ciudad donde históricamente sus gentes se han volcado hacia la cultura, en todas sus formas de expresión, pero donde no siempre han sido correspondidas por sus gobiernos ni por sus instituciones, en todos los ámbitos territoriales.

En 2017, la ciudad de Granada quiere ostentar el título de Ciudad del Rock; aspira a ser considerada para la Capitalidad Europea de la Cultura en el año 2031; quiere mantener, con dignidad, el título de Ciudad Literaria otorgado por la UNESCO. Granada quiere ser una referencia en el mundo de la música y ondear la bandera de la cultura de manera creíble, pero sobre todo: Granada quiere estar a la altura de sus artistas, de los que han sido, de los que son, y también de los que están por venir. En este contexto, en una ciudad donde conviven contradictoriamente la abundancia de talento y la falta de oportunidades y de medios materiales, en donde la creatividad y el apoyo de la comunidad sustituyen la falta de apoyo institucional; desde el Ayuntamiento de Granada tenemos la oportunidad y la obligación de revertir esta situación y de sentar las bases de una ciudad de la cultura. Hoy, todavía, existen demasiados obstáculos normativos que, junto a la falta de una visión política clara, que apueste por un modelo propio, impiden el desarrollo de un sector imprescindible para la ciudad de Granada. Desde nuestro grupo municipal creemos que la apuesta por la música en directo es un pilar fundamental de la apuesta por la cultura.

La música en Granada es una industria que mueve a todo tipo de profesionales, que forman parte del tejido económico, y que a la vez conforman uno de los faros

culturales de esta ciudad. Merece la pena apostar por un movimiento que incluye a más de 300 bandas, decenas de salas de conciertos, bares, promotores, técnicos de sonido, iluminadores,

fotógrafos, diseñadores y un largo etcétera en el que participamos, cómo no, los que disfrutamos de la música como espectadores y asistimos a los directos. Al igual que hemos protegido e incentivado sectores estratégicos en el pasado, la apuesta por la música debe ser decidida, y en este caso doble, tanto en su vertiente económica como cultural. La música que suena en Granada nos cuenta la ciudad que somos y la ciudad que queremos ser.

En este contexto, la Ley 13/1999, de 15 de diciembre, de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas de Andalucía es todavía el obstáculo que debe sortear un sector necesitado de un modelo más flexible, dinámico y actualizado. El obstáculo se convierte en un muro insalvable cuando se evalúan, conjuntamente, la mencionada ley y su desarrollo a través del Decreto 78/2002, de 26 de febrero, por el que se aprueban el Nomenclátor y el Catálogo de Espectáculos Públicos, Actividades Recreativas y Establecimientos Públicos de la Comunidad Autónoma de Andalucía.

La necesidad de reformar el Nomenclátor parece fuera de toda duda desde el momento en que todos los grupos políticos se han manifestado en este sentido, e incluso desde el momento que el partido en el gobierno autonómico se ha instado a sí mismo, en el Parlamento andaluz a través de una proposición no de ley, a llevar a cabo dicha reforma. No obstante, ha transcurrido más de un año desde que Junta de Andalucía y Ayuntamiento anunciaron conjuntamente la puesta en marcha de este proceso, y seguimos aún en la casilla de salida. Desconocemos lo avanzada que está la tramitación de la reforma en gran parte por la opacidad del proceso,  y lo que se ha conocido a través de los medios de comunicación tampoco cumple las expectativas. Este es el problema de realizar anuncios mediáticos, en sede parlamentaria o en sala de prensa, que luego no se materializan en acciones de gobierno: y es que se genera un doble efecto perverso, donde los sectores afectados y los actores que están dispuestos a colaborar en las reformas se crean expectativas sobre las promesas realizadas que luego ven defraudadas. El resultado último es la desafección con nuestros gobernantes, la desmovilización y el sentimiento de pérdida de oportunidad del sector cultural.

Desde «Vamos, Granada» hemos dibujado los trazos de cómo pensamos, en nuestro grupo municipal, que se debe afrontar la reforma de la normativa autonómica y municipal y la transición a un nuevo modelo de música en directo, flexible, dinámico y actualizado, pero en todo caso, respetuoso con el derecho al descanso de los vecinos. Creemos que el nuevo modelo debe adaptarse

a la realidad de cada espacio escénico; a la diferencia de emisiones sonoras en las distintas actuaciones; a si se trata de entornos con mayor o menor densidad residencial; a la necesidad de contemplar y diferenciar las distintas franjas horarias en las que se realicen los espectáculos; también en base a la compatibilidad del derecho al descanso con el derecho al ocio y a la cultura. Un modelo que reconozca, y empuje a un sector generador de empleo y de riqueza.

Aunque seamos claros en la presentación de nuestra propia visión, creemos, que el modelo definitivo debe construirse de forma conjunta y compartida. Entendemos que este es el espíritu de la mesa de trabajo contemplada en el proyecto “Granada Ciudad del Rock”, pero vemos que hasta ahora no se ha desarrollado de forma satisfactoria. Por tanto, para concretar ese modelo, consideramos prioritario y de máxima urgencia abrir un proceso participativo, sin limitaciones e inclusivo, que cuente con todas las voces en una mesa de la música en directo, amplia y representativa, en el que se escuche a todos los actores y afectados interesados en el desarrollo de un nuevo modelo de música en directo, compatible con el derecho al descanso, y donde se exponga, de manera conjunta y con el objetivo de alcanzar acuerdos y soluciones, la realidad del sector de la música en directo.

 

ACUERDOS

1.- Establecer un proceso participativo, amplio y representativo; que incluya a todos los actores interesados, y que estos, junto a los técnicos y a los grupos políticos, identifiquen los obstáculos existentes y definan conjuntamente el modelo de música en directo de la ciudad de Granada. Que en este proceso se sienten las conclusiones y recomendaciones para que, incentivando la doble vertiente cultural y económica de este sector, se pueda desarrollar el modelo propuesto en el periodo de tiempo más breve posible.

2.- Las reuniones celebradas en el marco del proceso participativo serán públicas, abiertas a la ciudadanía y a los medios de comunicación, y cualquiera podrá asistir como oyente. Las conclusiones y recomendaciones serán de carácter público.

3.- Trasladar a la Junta de Andalucía las conclusiones y recomendaciones del proceso participativo,

para que sean incluidas como propuesta de reforma de la normativa actual, con consideración especial del Decreto 78/2002, de 26 de febrero, por el que se aprueban el Nomenclátor y el Catálogo de Espectáculos Públicos, Actividades Recreativas y Establecimientos Públicos de la Comunidad Autónoma de Andalucía.

4.- Que las conclusiones y recomendaciones sirvan igualmente de base para el desarrollo posterior de la acción política y de la ordenación normativa del Ayuntamiento de Granada.


Granada 23 de marzo, 2017

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