Hoy hace un año que una candidatura del cambio, promovida por miembros de Podemos y de Equo, además de asociaciones y personas a nivel particular, entró en el Ayuntamiento de Granada con el objetivo de devolver las instituciones a la gente. “Vamos, Granada” contó, en mayo de 2015, con el apoyo de 14.032 granadinos y granadinas (12.71% del censo). Gracias por estar ahí.
Hoy hace ya un año de la constitución del Ayuntamiento y de aquel Pleno de Investidura que hizo alcalde a Torres Hurtado por cuarta vez. Muchas cosas han pasado en este año, aunque parezca que fuera ayer.
Granada ha cambiado desde que entramos en el Ayuntamiento y queremos pensar que hemos puesto nuestro granito de arena. Con nuestra forma de entender la política hemos apostado, sin que haya vuelta atrás, por la transparencia y por la participación, que poco a poco se va notando y que la gente ya comparte en la calle, aunque todavía no ha sido interiorizada por el resto de grupos políticos.

Todos los meses los inscritos de “Vamos, Granada” celebran un encuentro para consensuar la postura del grupo en el Pleno municipal
En este tiempo hemos propuesto que los vecinos puedan tomar la palabra en el Pleno y que se conozca al detalle en qué se gastan los grupos municipales el dinero que les da el Ayuntamiento todos los meses, una cifra que ascenderá a más de un millón de euros en estos cuatro años y de la que, aún hoy, no se sabe nada. Mientras tanto, sólo nosotros publicamos nuestras cuentas, y es que la renuncia a los privilegios ha sido un signo distintivo del grupo municipal de “Vamos Granada” desde el día 1. Sólo nuestro, de momento, pues hace menos de un mes PP, PSOE y Cs volvieron a rechazar una reducción en el salario de los concejales y del alcalde, salarios que rondan los 50.000 euros anuales para 2016 (o 65.000, en el caso del alcalde).
Desde el primer día nos hemos marcado como objetivo ser capaces de generar consensos en los grandes temas de la ciudad, dejando de lado el tradicional interés partidista, contando con la ciudadanía y también con los técnicos y profesionales de cada sector. Y es ese consenso el único lugar desde el que podremos solucionar algunos de los problemas más urgentes de la ciudad. Algunas cosas ya van avanzadas, como la resolución de los asuntos de Santa Adela y de la Huerta del Rasillo. Otras cuestiones todavía tienen un largo camino que recorrer, como el conflicto provocado por el Partido Popular con Escuelas Municipales a raíz de su modelo 0-6, y que ahora tendrá que resolverse finalmente frente a la Junta de Andalucía. En cada momento, desde nuestro lado, hemos puesto el diálogo y la intermediación siempre por delante y el papel de nuestros concejales ha sido fundamental para desatascar el eterno enfrentamiento entre PP y PSOE, entre Junta de Andalucía y Ayuntamiento.
Hemos trabajado en los temas estratégicos, los que definen la ciudad que seremos, desde la perspectiva de que había que hacerlo directamente con la gente. Los vecinos que luchan desde la Marea Amarilla y tantos otros movimientos sociales pueden dar cuenta de ello. Hoy, seguimos luchando contra el aislamiento en las comunicaciones y contra la Fusión Hospitalaria, también desde el ámbito municipal.
Con una agenda propia, que resumimos en nuestro programa para cambiar Granada, hemos introducido temas de los que no se hablaba todavía en el Ayuntamiento. Hemos conseguido que el Pleno aprobara mociones para mejorar las condiciones de la ayuda a las personas sin hogar (“housing first”), para avanzar en la mejora de la calidad del aire, hemos subido la apuesta por las energías renovables y hemos propuesto recuperar y ampliar las zonas verdes de la ciudad, los espacios libres y la perspectiva de la infancia que tan bien promueve Tonucci. Tenemos un proyecto de futuro para Granada y paso a paso va tomando forma.
También hemos peleado en solitario algunas batallas, frente a una clase política que se resiste todavía a los cambios, y ahora estamos luchamos por asegurar el derecho de los granadinos al agua, un servicio esencial que una privatización escandalosa está deteriorando a marchas forzadas. De momento, PP y PSOE se han puesto de acuerdo para excluirnos del Consejo de EMASAGRA. Estamos siendo un testigo incómodo.
Y por último, pero no menos importante, estamos trabajando por reflotar la economía local, la del Ayuntamiento y la de la ciudad. Hemos presentado una batería de medidas de eficiencia económica que ayudarán a eliminar el gasto superfluo y a asegurar fuentes de ingresos alternativos. Por poner un ejemplo, nuestra acción incluye desde un ajuste en lo que pagamos en las facturas de luz, una cifra que se aproxima a los 8 millones de euros y que podríamos reducir en un 40% o 50%, hasta lo que ingresamos en concepto de venta de material reciclable, una cantidad todavía muy por debajo de nuestro potencial. Estas propuestas económicas, que hemos resumido en un decálogo y que no cargan su peso sobre las espaldas de los más castigados, siguen todavía encima de la mesa del concejal de economía de un Ayuntamiento que debe a los bancos casi el 105% de su presupuesto anual, que tiene un agujero de tesorería de 40 millones de euros y que ha privatizado todos los servicios que ha encontrado en el camino. Y sí, la remunicipalización ha sido otra de nuestras señas de identidad.
Ha pasado un año y aquí estamos, por y para vosotras. Por delante nos queda un camino difícil, pero también apasionante, en el que tendremos que convencer al PSOE de que no puede caminar solo, de que es necesario dar la palabra a la ciudadanía si quiere un gobierno estable. Tendremos también que depurar las responsabilidades, civiles y penales, de un Partido Popular que ha sido nocivo para la ciudad, porque la raíz de su corrupción y de sus malas formas ha penetrado hondo en Granada bajo el mandato de Torres Hurtado y Sebastián Pérez.
Es una gran tarea la de recuperar nuestra ciudad y solos no lo conseguiremos. Os necesitamos. Feliz aniversario.
Y algo ha cambiado, por supuesto. Y tendrá que seguir cambiando.
¡Feliz Año Nuevo!