Discurso del Debate del Estado de la Ciudad

Queremos y nos merecemos:

Una Granada libre de contaminación, con un transporte público coordinado y eficiente para todo el área metropolitana, además de conexiones ferroviarias con el resto del país y el corredor mediterráneo.

Una Granada con dos hospitales completos y centros de salud en cada barrio que atiendan a sus vecinos y vecinas, descargando las urgencias.

Una Granada que obtenga su propia energía de fuentes renovables en una de las ciudades más horas de sol de Europa.

Una Granada que se alimente de su Vega, la más fértil de Europa, capaz de producir para todo el área metropolitana, para la exportación y para una industria sostenible de transformación de productos agroalimentarios de alta calidad.

Una Granada limpia, que sea capaz de reducir los residuos, y de recuperar y obtener el máximo valor de los que genere.

Una Granada que ofrezca vivienda asequible y de calidad y equipamientos de cercanía en todos los distritos, para recuperar y mantener la vida de barrio que da vida al comercio local, el mayor generador de riqueza y cohesión social.

Una Granada que respete y valore su memoria y su patrimonio, lo mantiene vivo y en uso, para residentes y visitantes.

Una Granada llena de vegetación, de árboles sanos y frondosos, con plazas y paseos de sombra, aire limpio y rumor y frescor de agua. En cada barrio, para cada manzana.

Una Granada propicia para el emprendimiento, que disponga de espacios para la innovación y el intercambio, y que ponga en valor lo que aquí se crea y produce.

Sabemos que ese modelo de ciudad no debería ser algo lejano, en Granada tenemos todo para hacerlo realidad, tenemos a los mejores profesionales y expertos, el mayor patrimonio y el mayor talento. Sin embargo, hoy por hoy, la realidad de los granadinos y granadinas no es esa, ni se está caminando hacia ella, por más que quienes nos gobiernan intenten vendernos un trampantojo.

Nuestra ciudad es preciosa, sí, y sigue atrayendo gente, pero tenemos los mayores índices de desempleo y precariedad, contaminación, pobreza energética, desigualdad. Nuestro Ayuntamiento está debilitado, lastrado por la deuda, privatizado y con continuos recortes.

Vemos cómo otras ciudades avanzan y Granada, ha perdido literalmente el tren.

¿Por qué?, ¿Qué está ocurriendo?

Quienes han gobernado y quienes gobiernan, ni saben, ni quieren superar esta situación que sufrimos, porque beneficia a determinados intereses, que se han hecho muy fuertes y secuestran las decisiones de la ciudad.

Quienes gobiernan están manteniendo a Granada suspendida en el tiempo. Mientras tanto, quienes la gobernaron durante 13 años, pretenden que nos olvidemos de que son ellos quienes la esquilmaron. El PP especuló con el urbanismo, y malvendió el patrimonio municipal y las empresas municipales rentables: el agua a una multinacional francesa, el cementerio a una asturiana, la limpieza de nuestras calles a Ferrovial. Sólo esas tres cosas supone una suma de casi veinte millones anuales de sobrecoste que pagamos directamente de nuestros bolsillos, que se van a beneficio directo de estas empresas sin crear aquí riqueza alguna.

Y seguimos, el PSOE está vendiendo como un logro un Metro y un arqueológico que no son de su competencia y que después de más de 10 años de espera, en algún momento tenía que suceder y justamente ha sucedido ahora. Si algún papel ha tenido en ello es aprovechar para reducir líneas y kilómetros de autobuses, haciendo lo mismo que el PP, recortar en transporte público pretendiendo ahorrar y reducir contaminación, cuando es obvio que lo que se consigue con ello es lo contrario: se pierden viajeros e ingresos, aumenta el tráfico privado, se aumenta el coste y la contaminación. Ningún plan de movilidad servirá para nada hasta que no se haga de manera conjunta con el área metropolitana, y eso debería liderarlo el Ayuntamiento de la Capital.

Todos los logros de los que el equipo de Gobierno habla son un trampantojo o tiene un efecto secundario que no logra que Granada avance de veras. Ha llegado el legado de Lorca, sí, pero secuestrado por una deuda opaca con la Caixa y 3,5 millones de euros de dinero público malversado que nos tocará pagar entre todos para que Cuenca se pudiese hacer esa foto.

Y cuando se trata de defender a Granada, sus dos hospitales o la reconexión ferroviaria, se pliegan a los intereses de las cúpulas de sus partidos en Madrid o Sevilla para mantenerse en sus puestos.

Lo que lastra a este Ayuntamiento y a Granada, es la corrupción de gobernantes que deciden para intereses particulares o partidistas, en vez de para el bien de la ciudad. “En las organizaciones, especialmente en las públicas, dice la RAE, la corrupción es la práctica consistente en la utilización de las funciones y medios de aquellas en provecho, económico o de otra índole, de sus gestores”. Los recursos puestos en común en el Ayuntamiento, la empresa de todos los granadinos, no se destinan al interés general sino al provecho de unos pocos.

PSOE y PP se blindan ante sus casos de corrupción, se cubren mutuamente pese a la apariencia de estar enfrentados, y no se exigen ninguna responsabilidad.

El PP pasó de decir que pediría el acta a los concejales imputados por el Serrallo a escudarse en una cuestión administrativa, igual que dice el alcalde de su imputación por malversación y prevaricación. Qué regeneración pretenden vender.

En cambio, en Vamos Granada somos exigentes empezando por nosotros mismos. Y cuando Luis de Haro se niega a publicar las facturas con cargo al dinero público que recibe en Diputación, actuamos con firmeza, por acuerdos transparentes y democráticos, y sin apaños de mesa camilla. Por más que lo repitan, no son líos internos. Es actuación contundente ante la opacidad y el transfuguismo, y nos hemos encontrado con que el PSOE protege al tránsfuga por interés propio, haciendo abuso de poder.

PSOE y PP están utilizando a un tránsfuga que no representa a nadie más que a sí mismo para intentar bloquear el trabajo anticorrupción de Vamos, Granada, y pretenden comparar una querella por injurias puesta por Luis de Haro contra el partido del que ha renegado, con las imputaciones del alcalde y seis concejales del PP por malversación y prevaricación, imputaciones por actos contra el interés público, como contratar a dedo empresas para controlar subvenciones que debían controlar funcionarios, o permitir la construcción de una discoteca donde debía haber un parque infantil.

En lugar de dar explicaciones y responder con responsabilidad, pretenden sembrar la confusión y el todo es lo mismo. Pues no, no lo es.

Y Ciudadanos, se pone de perfil. Buenas palabras, pero ni una sola actuación para atajar la corrupción, dicen no querer judicializar la vida política, pero lo que hacen es mirar para otro lado, y después aprovechar lo que cae. Denunciar la corrupción no es judicializar la vida política, es defender y proteger el interés público, y los recursos que son de todos.

El panorama, mirando a la corporación, es desolador.

Pero, hay un pulso de cambio en la ciudadanía que sigue haciendo honradamente su trabajo cada día, a pesar de todos los reveses y dificultades, de las decepciones con quienes prometieron levantar alfombras, de los ataques que sufrimos quienes tomamos partido contra la corrupción, y por una gestión pública para el interés general. Son los que nos dan la fuerza para seguir dando lo mejor.

La lucha contra la corrupción es hoy por hoy el primer paso para poder construir y para tomar las decisiones para recuperar el interés general.

Esto empieza con la operación Nazarí y continúa con la investigación de las facturas de TG7, los contratos de EMUCESA, gracias a quienes tuvieron la iniciativa o colaboraron para sacar la información a la luz y para denunciar. Cada día nos dan ejemplo personas que desde su trabajo, desde su puesto y desde su lugar, hacen frente a las presiones y a las represalias de aquellos que abusan de su poder.

La lucha contra la corrupción en Granada es la lucha de David contra Goliat, nadie dijo que fuera a ser fácil, pero sabemos que no estamos solos, y a cada golpe que nos dan, muchos más se enteran de que aquí estamos, y la fuerza se multiplica.

Hemos oído demasiadas veces que Granada es conformista y pasiva. Pero lo que nosotros conocemos no es eso, lo que conocemos es una ciudad que ha sido engañada y castigada una y otra vez, y a pesar de eso, defiende sus derechos y su dignidad.

La ciudadanía sí ha dado la cara. La chispa que empezó en Granada por los dos hospitales completos prendió en toda Andalucía. Fuimos a Sevilla para defender junto a miles de personas dos cosas muy claras. Que los recortes en la sanidad nos están matando, porque las listas ya no son de espera sino de desesperación, y que esos recortes no se deben a la crisis, sino que empezaron incluso antes, y son resultado del saqueo que ha sido la corrupción del PSOE de Andalucía, y Granada lo ha dicho alto y claro.

Y en cada sector, los pequeños comerciantes, los trabajadores de las contratas y las subcontratas de servicios públicos, los de los medios de comunicación… hay personas que de forma heroica siguen defendiendo una forma digna y justa de hacer las cosas, siguen trabajando para el bien de Granada.

Desde Vamos Granada seguimos construyendo un instrumento para que Granada pueda tomar sus decisiones sin injerencias partidistas de Sevilla o Madrid, y aportando herramientas para que la ciudadanía pueda defender lo que es de todos.

Ante el bloqueo del concejal tránsfuga Luis de Haro y el alcalde Paco Cuenca de los fondos de nuestro grupo municipal hemos abierto un Crowfunding para poder continuar la defensa de lo que es de todos. Y ante el acomodo del alcalde con el nuevo gobierno respecto al aislamiento ferroviario hemos iniciado una campaña para que todos los granadinos reclamemos a Fomento y Renfe la reconexión por Moreda ¡ya!.

Y seguiremos, porque Granada merece más.

La generación de empleo de calidad es el mayor reto que tenemos que abordar, y no se puede perder más tiempo.

Los organismos internacionales han señalado tres sectores como los principales generadores de empleo de calidad de las próximas décadas, el de la energía renovable, la gestión de residuos y la economía de los cuidados (alimentación, educación, ayuda a domicilio). Para las tres cosas tenemos un gran potencial.

Necesitamos apostar por las energías renovables. La electricidad que consume el Ayto de Madrid ya es 100% renovable, y para lograrlo le han hecho frente a Endesa sin dudarlo. Este mismo mes ha entrado en funcionamiento Energía de Barcelona que suministrará toda la energía pública, además de la de 22 mil familias. Cadiz, Rubí… cada vez más municipios avanzan hacia la energía limpia, y hacia la autoproducción. Aquí, una de las ciudades de Europa con más horas de sol, seguimos pagándole a Endesa siete millones cada año desde el Ayuntamiento. Los vecinos y las empresas y comercios en conjunto, mucho más, y en algunos barrios sufriendo cortes de luz.

Hace dos años ya que tienen en el cajón el acuerdo casi unánime del pleno para un plan municipal de energía.

La municipalización de la limpieza y recogida de residuos, mejoraría el servicio, estabilizaría empleo y supondría un gran ahorro. Granada está entre las tres ciudades más caras en recogida de residuos a pesar de su ineficacia: 142 euros al año por habitante, pero la recuperación sigue estancada en el 10% y seguimos tirando cientos de miles de euros de materiales al vertedero. Mientras tanto, siguen sin poner en marcha el plan municipal de residuos aprobado por el Pleno

Nuestra Vega es fuente de riqueza natural. Pretenden seguir cubriéndola con asfalto y cemento, en lugar de potenciar su capacidad para alimentarnos, de proporcionar productos cada comedor escolar, a cada hospital, a la hostelería, a cada casa; con un modelo ecológico que genere empleo de calidad, con empresas de transformación y conservación de los alimentos. Nuestras escuelas infantiles, la ayuda a domicilio, el cuidado de nuestros mayores, la economía de los cuidados en definitiva, cada vez más precarizada y asfixiada, cuando merece toda la atención porque es la base de una sociedad próspera en la que vivir merezca la pena.

Todo eso requiere el impulso decidido de un Ayuntamiento fuerte, que sea capaz de multiplicar lo que recibe, y este equipo de gobierno ha sido incapaz de proponer un plan económico, en forma de presupuesto, que no haga recaer su peso sobre los hombros de la ciudadanía. Porque no saben hacer otra cosa que subir el IBI, y recortar los servicios públicos, como ha sido la nueva “reordenación” de los autobuses, siguiendo la senda que marcó el PP.

La remunicipalización de los servicios públicos privatizados no solo supondría la mejora de los mismos, sino que podría suponer un ahorro millonario, y es uno de los instrumentos a disposición del ayuntamiento para afrontar de manera decidida el rescate económico que el Ayuntamiento necesita. Hay alternativas, hay soluciones que están dando frutos en otros lugares.

Granada no puede seguir yendo en dirección contraria al resto del país, al resto de Europa, al resto del mundo.

Granada merece mucho más.

Granada, 30 de julio de 2018